Ø "La Distinción
entre...
... los Intereses del Cliente y los de su
propio Abogado".
Se trata de una difícil distinción para el cliente por imperceptible cuando se
encuentra "inmerso" en "su" problema, que puede acarrear
relevantes consecuencias en distintos ámbitos o aspectos.
"Más
vale un mal acuerdo que un buen juicio" ... Tampoco. Pero lo que
sí es cierto es lo que a continuación expongo:
SIEMPRE, VALE LA PENA, INTENTAR NEGOCIAR ANTES DE EJERCER ACCIONES JUDICIALES.
Siendo
Uno el que reclama a Otro, a dichos efectos se ha de valorar, en cualquier
caso, el tiempo que transcurrirá durante la tramitación de un procedimiento
judicial, desde la interposición de la Demanda hasta... no sólo la obtención de
Sentencia,... sino durante la Ejecución de la misma,... hasta el posible
embargo de bienes en caso de que el condenado no cumpla voluntariamente, como
ocurrirá en la mayoría de los casos; y en ocasiones, lo peor es la "imposibilidad
legal" de conseguir finalmente el cobro de condenas dinerarias por carecer
el ejecutado, "formalmente", de bienes con las que hacerlas
efectivas y obtener así, la satisfacción "real" de tus
intereses.
Por tanto, cierto que en ocasiones se te podrá asegurar altas posibilidades de
éxito, incluso, los Abogados más osados, "garantizártelas",
entendiendo por éxito una Sentencia "Favorable", que efectivamente,
podrás "enmarcar", pero no ejecutar, cosa bien distinta.
Y también es cierto que podrás estar "detrás" del ejecutado
"toda la vida", a ver si... consigue mejor fortuna! con la que cobrar
tu crédito, ese que tienes ya declarado por Sentencia Firme. Pero... para todo
ello... también tendrás que pagar más.
Y digo "pagar más" porque normalmente y aquí radica la distinción, el
Abogado cobra sus honorarios, sagrados según yo los entiendo, por su trabajo,
como lo son la retribución al trabajo que sea y de quien se trate; y los procedimientos judiciales
conllevan, obviamente, más trabajo y también, consecuentemente, mayores
honorarios para el Abogado a retribuir por el cliente, que, quizás, de no optar por la vía rápida de la acción judicial, vería sin embargo, "mejor" satisfechos sus intereses habiendo llegado a un razonable acuerdo de pago con
la parte contraria, que empiece a pagar rápidamente, aunque sea poco a poco. Y digo "razonable", en atención a los intereses
en juego, que se han da ponderar, en
cada caso concreto, ya que NUNCA hay dos iguales.
Por tanto,...
... además
del tiempo que, insisto que, en cualquier caso, habrá de transcurrir,...
... se debe valorar:
Ø las posibilidades
de alcanzar un Acuerdo abriendo la oportuna vía extrajudicial de negociación;
Ø lo
que le cobra el Abogado por esa negociación previa, y por ambos Procedimientos Judiciales:
1º el "declarativo", previo, para la
obtención de Sentencia que reconozca tu
derecho; y ...
2º el posterior "ejecutivo",
para intentar el cobro efectivo si el demandado no cumple voluntariamente la
Sentencia condenatoria;
Ø y
finalmente, en caso de posibilidad de Acuerdo, valorar las
propuestas que puedan llegar a barajarse, para sobre ellas, poder realizar
una oportuna ponderación de lo que pierde y lo que gana, realmente. O mejor
dicho, qué pierde a cambio de lo que gana con el Acuerdo. Porque...
... lo que sí que es cierto, en la mayoría de los
casos (por no decir que en todos), es que "más vale pájaro en mano
que ciento volando". Y es preferible rebajar una cantidad de
dinero para concluir un Acuerdo, antes de tener que pagárselo al Abogado para
que te reclame la cantidad íntegra debida, máxime si encima, ni después de una
Sentencia Estimatoria podrás cobrarla; siendo necesario un posterior
procedimiento ejecutivo, que se cobra aparte, para ni siquiera poder practicar
embargo de bienes por inexistencia o insuficiencia... "formal".
Conclusión: Preguntar. Proponer. Pedir asesoramiento, en todos los
aspectos, abordando todas las posibilidades existentes para su OPORTUNA PONDERACIÓN Y TOMA DE
DECISIÓN.
Así, al menos, obtendrá satisfacción real, en la seguridad de que su Abogado
ha hecho todo lo mejor posible que se podía, EN SU SITUACIÓN, ATENDIENDO A SUS INTERESES, y no a los propios, que es una
deformación profesional, que se puede llegar... incluso a comprender en
"estos tiempos que corren" pero que hacen perder, a la profesión, su
esencia. Porque, el cliente, muchas veces, "inmerso en su problema",
no tiene ni la capacidad de discernir qué es verdaderamente lo mejor para él, y es el Abogado el que debe
advertir, con ética profesional. Estamos para eso. Y,... ESA ES NUESTRA PROFESIÓN.
"CON DISTINCIÓN".
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